Tarator... sopa búlgara de pepino

¡Hola a todos!
Esta mañana me he levantado con ánimo de traeros una de mis recetas favoritas de estos últimos tiempos... una receta que he aprendido a raíz de la dieta que estoy haciendo y que quiero compartir con vosotros porque me encanta... y además es ideal para estos días de calores que vienen y se van...

Si os acordáis hace un par de meses os hablé de la dieta que estoy haciendo y con la que estoy muy contenta... también al hilo de una crema de verduras, jejeje... Reconozco que no hay nada peor para un cocinillas que le impongan unos rígidos menús con cantidades, porciones e ingredientes concretos.... ¡¡qué desesperación!!



Sin embargo procuro darle la vuelta a la tortilla... literalmente, jejeje... y aportar mi puntito foodie a esas recetas tan de dieta que a todos nos da telele sólo de pensar en tener que comer.

Ya os he contado mil veces que me encanta David de Jorge... un valiente donde los haya que desde hace un par de años se apretó el cinturón, se grapó la boca y se ha dedicado a perder peso como un descosido... ¡¡olé por él!! Lo que más me llamaba la atención cuando lo veía por la tele, el pobre rodeado de platazos día y noche sin catar ni una miga era lo contento que se le veía y lo satisfecho que estaba con sus cremitas, sus calditos y sus huevos pasados por agua.

El año pasado, empezó una nueva sección en su programa diario, más bien... dedicó un día a la semana, el lunes, a enseñarnos las recetas que le han ayudado a no morirse del asco durante esa cantidad ingente de meses a dieta.... ¡¡y qué de ideas!! Uno nunca se puede imaginar lo que se puede hacer con recetas muy básicas... ¡¡acabas comiendo como un titán!! Jejejeje....

Total que cuando hace dos meses empecé yo con la dieta... y enfrentada a los clásicos: "pescado a la plancha con verdura", "puré de verdura con un quesito" o "tortilla francesa con rodajas de tomate" decidí aplicarme la filosofía que tanto David de Jorge como Alica, del estupendo blog "Adelgazar 30 kilos" (que empleo para orientarme con los menús) utilizan en esta guerra contra la báscula.

Es totalmente cierto que la motivación, la constancia y sobre todo las ganas de perder peso (por las razones de cada uno... que por supuesto pueden ser muy variadas), son el motor fundamental para conseguirlo... nos lleve el tiempo que nos lleve... He comprendido, en estos meses, que la dieta, más que un instrumento es un proceso personal... en el que tienen que cambiar muchas cosas, sobre todo tu propia mentalidad respecto de la comida y tu relación con ella.

Yo en este tiempo me encuentro mejor, más contenta, menos cansada.... diría, incluso, que disfruto más si cabe de la comida y de mi relación con ella, pues ya no como por comer sino porque ésta me aporte algo...

Así que como os decía antes ahora doy mil vueltas a los menús, estoy experimentando nuevas técnicas de cocina, probando ingredientes y en general quitándome muchísima carga de cocinar... que cuando una está todo el día fuera de casa tampoco le apetece demasiado encerrarse dos horas a hacer la cena.
Lo bueno de la dieta es que gran parte de lo que como lo hago en crudo, con lo que su preparación es mínima, además usar el horno o la vaporera reduce mucho los tiempos y muchos de los platos (como esta sopa) los puedo preparar con antelación y tener reservados en la nevera.

No os quiero dar más la chapa con este tema... que creo que andamos todos muy saturados de operaciones bikini, dietas detox y cosas similares... sólo os animo a probar esta receta búlgara, muy sencilla y con la que querría haber participado este fin de semana en el reto de Cocinas del Mundo al que las amigas Nieves y Elena me invitaron hace un par de meses pero a las que no he podido enviar mi entrada por falta de tiempo.

Aún así aquí os la dejo... sencilla, riquísima, económica, digestiva y fresquita... ¿qué más se puede pedir?

Receta de Tarator búlgaro.

* Esta receta la he ido adaptando de otras tantas que he encontrado en la red... desde la de Mercado Calabajio hasta la de una página de turismo de Bulgaria... finalmente la mía no se parece mucho a las suyas... pero os las enlazo por si queréis verlas.

Ingredientes para 2 personas:
- 2 pepinos medianos
- 1 diente de ajo
- 1 puñado de nueces
- 1 vaso de agua
- 1 yogur griego
- Eneldo fresco (en su defecto de bote... pero no es lo mismo)
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta

Modo de hacerlo:
1. Ponemos en un vaso de la batidora, o de una trituradora eléctrica el pepino en dados (yo no lo he pelado... eso a gustos), reservando un puñadito para incorporar como tropezones a la sopa.
2. Añadimos al vaso un diente de ajo al que sacamos el germen del centro, el puñado de nueces (reservando alguna también para después), el vaso de agua, el yogur, unas ramitas de eneldo, un par de cucharadas de aceite de oliva y sal y pimienta al gusto.
3. Trituramos muy bien la sopa, veréis que coge una consistencia totalmente líquida...
4. Y servimos bien fresquita acompañada de los trozos reservados de pepino, las nueces y un poquito más de eneldo.

Y ya está... os diré que este tazón que veis es para mí un almuerzo de plato único con una tostada con salmón ahumado... ¿Qué os parece?
Espero que os haya gustado esta receta... y que estéis o no a dieta le deis una oportunidad, porque ahora que empezamos las épocas de los gazpachos, vichysoisses etc... todas las opciones son pocas, ¿verdad?

Un besuco muy grande a todos... nos volvemos a ver mañana!!
Luz.