Espaguettis al nero di sepia con salsa de marisco.




¡¡Feliz día!!
Hoy os traigo una receta de las que yo llamo de diario.
De las de una cena entre-semana estando inspirado.
De las de la "alegria" de tener invitados improvisados en casa y cuatro tristes gambas (que no tigres, jejeje).
De las de "hoy me luzco... ¡¡pero no sé freir un huevo!!"
Bueno, de las de todas esas cosas.



Desde que escribo este blog muchos de mis amigos y algunos miembros de mi familia no paran de preguntarme eso de que si yo como todos los días las recetas que subo.... pues ejem... comernos lo que fotografío por supuesto... que yo he sido educada por una especie conocida como la de ¡¡aquí no se tira nada!! De esa especie que creo que hemos salido una generación entera traumados, la de "¡¡ves!! Como no te comes la comida y tengo que tirarla a la basura hay niños muriendo de hambre....¡¡ves!!"... Y por ese entonces lo veías... si, también somos la primera generación en ver las hambrunas somalíes, los desplazamientos de refugiados, los terremotos y las miles de tragedias que el telediario de las tres de la tarde acercaba a nuestros hogares en los que una  servidora hacía lo que podía con la berza de su plato.

Volviendo al tema os confesaré que no, en casa no nos alimentamos sólo de triffles, scones y piña colada, no... también hay mucho filete ruso, espaguettis con tomate y tortilla francesa.
Almu y yo nos "emancipamos" con escasos 20 años, y digo escasos porque hoy en día... bueno, hoy en día ya sabemos todos como anda el patio... gana de seguir machacando obviedades.
La cuestión es que cuando nos enfrentamos al síndrome del nido vacío... perdón de la nevera vacía... al principio fue todo miel sobre hojuelas, jejeje... todo se nos iba en comprar todas aquellas cosas que mi padre no compraba NUNCA. Os pondré varios ejemplos: nuggets de pollo congelados, tomate Orlando, limones frescos, Coca-cola, yogur o suavizante para la ropa.
Si, mi padre es muy raro, y sí, nuestra juerga de emancipación hubiera deprimido a un adolescente.
Recuerdo que por entonces hacíamos la compra en el mismo super que una de mis tías... con niños por entonces pequeños. Y recuerdo cuando nos los cruzábamos en los pasillos del super, los primeros meses mi primo nos miraba con cara de envidia y aseguraba que él quería mudarse a mi casa, mientras mi tía nos miraba con cara de pena y nos recomendaba lo que la buena mujer podía.
Pasados unos meses y de nuevo en el mismo pasillo mi primo era el que nos miraba con cara de pena mientras intercambiábamos recetas con mi tía.
Que sí, señoras y señores, que eso de la emancipación es muy malo... que quieras o no quieras es quedarte solo en casa y obsesionarte por si has puesto o no la lavadora, que no puedes ir de cañas porque la has dejado puesta y ahora tienes que tender, que no, gracias... que no se organiza nada en casa aunque la tenga toda para mí que me he pasado todo el fin de semana limpiando... etc...
Pues con la comida pasa lo mismo... aunque claro, en ese sentido como en todos, lo de emanciparse hay dos vías, u optar por la vía del vago y tener la casa hecha un dolor, el frigo a reventar de congelados y el microondas en perpétuo estado de funcionamiento u optar por la vía de la obsesiva ama de casa saturada de tareas imaginarias.
Es cierto que con el paso del tiempo las cosas se calman... más que nada porque no pones una lavadora todos los días, limpias lo justo y necesario y procuras ir al super lo mínimo imprescindible.
Total que cuando alcanzas los 30 como me pasa a mí el mes que viene, (si doy mucho el turre con ese hecho... me lo han recomendado, no os creáis,... para evitar el shock si viene de golpe) o bien eres un cerdo vocacional (que a los 30 ya no hace tanta gracia) o eres una lista andante de tareas... o en lenguaje moderno (del que estoy dando clases particulares con mi hermana... de tecnología, no de otra cosa...) eres un ipad sobrecargado.

En esas condiciones, y llegando a casa a las 9, con gana de bajar del tacón, de pasar 2 horas a remojo en la bañera.. ¡¡tienes que preparar la cena y la comida del día siguiente!!
Bueno, pues os puedo asegurar que en esos casos no me dedico a preparar recetas bonitas, ni platos apetecibles, ni entradas para fiestas, no.... lo mío es la comida "confortable" véase, pollo asado, sopa minestrone, tortilla de patata, filete empanado o menestra de verduras.
En el caso de ser Almu la encargada de la cocina, véase platos de los que yo llamo "yo no tengo tiempo para estas tonterias" lo que se reduce a: arroz con tomate, perrito caliente, espaguetti con tomate, pechuga a la plancha y ensalada siempre que lleve maíz. Literalmente.

Total que en casa hacemos un ten con ten en el que entremedias meto recetas que sirvan para publicar en el blog.
Aunque ojo, en algún momento colgaré la entrada del arroz con tomate como ya colgué la del pollo... que el blog no es tanto para los que ya cocinan como los que no lo hacen en absoluto.
Así, la receta de hoy es de esas.... de las de para hacer un día de diario en el que te apetece algo diferente.
Una receta muy tonta de pasta... tan tonta que aunque yo la saqué de un blog, el de Las Recetas de MJ que me encanta por los videos que cuelga y la cantidad de ideas que tiene luego no la seguí. No os digo más.
Por lo general cuando me apunto una receta de otro blog la suelo seguir al pie de la letra... me parece que así seguro me va a salir. Cosa que suele ser generalmente cierta.
En este caso mi problema fue el siguiente: La primera vez que hice esta receta me pilló un día de los que yo llamo rojos... de esos de los que desde que te levantas de la cama sabes que las cosas no van a salir bien... de esos en los que el agua caliente no sale, no sabes porqué pero tu hermana tiene un  humor chistosillo, de los que por más que el autobusero te ve correr te cierra la puerta del bus en las narices, de los que un día que iba a ser tranquilo en la oficina se convierte en un trajín del que no hay quien te saque, para llegar a casa de nuevo a las 9 y saber que lo único que quieres hacer es meterte en tu cuarto y desaparecer.... pero no, tienes que meterte en la cocina.
Y sí, hay ocasiones que hasta a los amantes de la cocina nos apetece cero meternos en faena. En casa muchas veces decimos que seguro que Ferrán Adriá y Jamie Oliver se hartan a comer lo que preparan en sus casas antes que ponerse ellos el delantan...
Total que ya puestos y con un ánimo asqueroso me puse a preparar la receta, pero claro... ni idea de cómo se hacía, ya había comprado la pasta negra, cuando en realidad MJ la prepara casera... jejeje... bastante casera  me sentía yo ese día. Así que la tunee... bueno, en realidad me salté varios pasos, me dejé por el camino la mitad de los ingredientes etc...
¡¡Pero nos encantó!! Total, que ahora en casa la preparo así.

Receta de espaguettis al nero di sepia con salsa de marisco
Ingredientes para dos personas:
- 300 gramos de espaguettis negros (completamente opcional, podéis hacer la receta con la pasta que más os guste)
- 20 gambas o langostinos, a ser posible crudos
- 1 vaso de caldo de pescado
- 2 cucharadas de salsa de tomate, o una de concentrado de tomate
- Media cebolla picada
- Un diente de ajo
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
- Un chorrito de nata para cocinar
- Unas gotas de zumo de limón
- Cebollino fresco para decorar
- Queso parmesano rallado

Modo de hacerlo:
1. Lo primero que vamos a hacer es pelar los langostinos, así cogeremos las cáscaras y 10 de ellos y los pondremos en un cazo al fuego, primero con un chorrito de aceite, y cuando veamos que las cáscaras han cogido calor y las podemos aplastar bien con un tenedor añadimos 2 vasos de agua. Dejamos cocer 10 minutos a partir de que rompa a hervir.
2. Colamos entonces nuestro caldo, reservando el líquido y las gambas cocidas.
3. Preparamos con estos y otros ingredientes la salsa. Así, comenzamos poniendo una sartén al fuego, a la que añadimos un chorro de aceite y la media cebolla muy picada.
4. Cuando la cebolla esté transparente incorporamos el ajo triturado, las gambas cocidas picadas también y dejamos unos minutos al fuego.
5. Mientras podemos ir poniendo el agua de la pasta a cocer, ya sabéis con un buen puñado de sal, incorporamos la pasta cuando rompa a hervir y la dejamos cocer entre 8 a 10 minutos, cuando veáis que está a vuestro gusto la escurrís en un colador antes de servir.
6. Siguiendo con la salsa, y una vez pasados unos minutos añadimos la salsa de tomate, y un vaso de nuestro fumet de gamba, y dejamos que rompa el hervor. Contamos entonces otros 10 minutos removiendo de vez en cuando.
7. También mientras pasa ese tiempo podemos completar el plato pasando por la parrilla las otras gambas que teníamos reservadas desde el principio de la receta.
8. Ya casi hemos terminado. Nos falta probar la salsa para rectificar sabor si hace falta, y triturarla con la batidora. Yo suelo añadirle un poco de nata, eso a gustos, pero le da un sabor complementario muy bueno, al igual que unas gotas de limón para intensificar los sabores de la salsa.
9. Nos queda ya emplatar, la pasta, la salsa por encima (cuidado!! no añadáis mucha, es contundente de sabor y con la nata un poco pesada si se satura el plato) y por último unas gambas a la plancha, un poco de cebollino fresco picado y un poco de queso rallado si nos gusta.

Como habréis visto una receta fácil y resultona, la de MJ llevaba almejas y mejillones además de gambas, y su salsa además era al aroma de trufa... os animo a que veáis su receta, para que tengáis otra idea de cómo preparar esta pasta que por lo demás es muy rica.

Por esta semana os dejo, la que viene toca reto, ¡¡y vacaciones!!... vale, no voy a volver a repetirlo.
Un besazo enorme, Luz.

Comentarios

  1. Solo quiero decir que si, entre semana y por la noche no me apetece preparar cosas más laboriosas que un arroz con tomate o una ensalada ¡¡pero se hacerlo!!
    Jeje Lu,una receta buenísima :)

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    1. Pues aquí te contesto dado que no me dejas en paz, jejeje...
      Ya sé que es una lata andar cocineando... entre semana y también en findes pero...¡¡hay que comer!! Así que ánimo y a ampliar el repertorio, jejejeje.....
      Mil besos Almu. Luz.

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  2. Este plato tiene toda la pinta de ser una delicia, estos espagutis tienen que ser sabrosos, y ese color le da una gran vistosidad, me han gustado muchisimo. Besicos

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    1. Pues la verdad es que están riquísimos María... así que si te animas y los haces, espero que me avises... eh!!
      Mil gracias por el comentario.
      Un abrazo gordísimo, Luz.

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