Hoy tenemos una
sorpresa en el blog… ¡¡mi hermana por fin hace acto de presencia!!
Estos meses os he
hablado mucho de ella, de cómo es la voz de mi conciencia, la fuerza impulsora
que me animó (y ayudó muchísimo) en la creación del blog, el pobre conejillo de
indias al que persigo día y noche con la cuchara para que pruebe… y también es
una gran cocinera.
Por eso llevo un par
de meses dándole la lata para que se anime y os enseñe alguna de sus
“creaciones”, a Almu lo que le gusta es
la repostería, eso y ¡¡hacer cocktails!! Así que algún que otro fin de semana
me viene toda dubitativa y nerviosa y me dice algo así como: “LuzMa, ¿tenemos
mantequilla?”, y ejem, como parecemos uno de esos matrimonios mega viejos que
se acaban las frases el uno al otro, mi pie de linea es: “¿qué has pensado
hacer?”, Almu prefiere la pastelería de las bakerys británicas, vamos,
cupcakes, layer cakes, brownies cosas así, de las archiconocidas Primrose
Bakery y Hummingbird Bakery principalmente.
Por eso esta vez me
sorprendió cuando me dijo que para su Santo (que fue ayer) quería preparar una
tarta Sacher ¿?¿?¿?
Entonces se encendió
la bombilla ¡¡tarta de chocolate cubierta de glaseado de chocolate!!
Bien, os dejo con
ella, espero que os guste su participación, esta vez tanto la receta como las
fotos son suyas, sed amables…
Hola a todos!!!
Pufff!!! Esta es la primera receta que publico y estoy
supernerviosa…llevo dándole la tabarra a Luz un par de días, aunque ella, que
ya sabe que soy una agonías, tiene dos maneras de afrontarlo, o le echa kilos y
kilos de paciencia y me ayuda o pasa olímpicamente de mi…
La receta que he preparado es una de mis favoritas.
Entre mi familia y amigos es supersabido que siento una GRAN
pasión por el chocolate, mi padre ya tiene bromas hechas al respecto…pero a
ver, está riquísimo, hay millones de tipos, blanco, negro, con leche, con
avellanas, almendras, galletas, distinto contenido en cacao…puedo llenar una
página entera, porque han empezado a hacerlos con wasabi, chiles y hasta
kikos!!! Y las miles de recetas que existen en las que es el
protagonista…mousses, muffins, tartas, pasteles mmmmm…
Lo que más me gusta del chocolate es que cocines lo que
cocines con él siempre está bueno, aunque te hayas olvidado de ponerle levadura
al bizcocho y no haya subido nada ¡¡oye, sabe a brownie!!, ¿que la mousse se ha
quedado super líquida y no tiene la textura típica de la mousse? sirope para
helado…
Desde mis comienzos como repostera, cuando horneaba un
bizcocho de chocolate, lo desmoldaba en un plato y decía ¡¡Toma Luzma, tu tarta
de cumpleaños!! hasta hoy, con mi tarta Sacher, todas las recetas de chocolate
me han salido buenas (aunque puede que deformes y algo extrañas).
En definitiva ¡¡¡Viva el chocolate!!!
La tarta Sacher es una de las tartas con mayúsculas por
excelencia, los clásicos lo son por algo ¿no?
Fue inventada en 1832 por Franz Sacher, de 16 años, que era
el aprendiz del chef de un famoso político austriaco. Una noche en la que el
caballero tenía invitados y no había sido lo suficientemente previsor para
informarle al chef que tenía que prepararles la cena ejem… siguiendo a la
perfección las leyes de Murphy el chef no estaba y el anfitrión ordenó una cena
digna de su rango y ¡¡cuidado con no avergonzarme ehh!!
Total, que ahí ves al pobre chico acordándose de toda la
familia de su jefe y pensando ¿y qué hago ahora? En fin, la inspiración llegó
en forma de una tarta de bizcocho de chocolate, mermelada de albaricoque y
cobertura de chocolate ¡¡como no iba a tener éxito!!
Franz continuó con su formación en cocina, pero nunca olvido
su tarta, así que cuando terminó sus estudios y se estableció por su cuenta
desempolvó la receta y el resto es historia…
Aunque la receta original es secreta, recorren por el mundo
mil y una versiones de la misma, una de ellas, sacada de esta página es la que os traigo hoy, es fácil de hacer y muy resultona,
así que animaros y ya me contareis qué tal…
Ingredientes
1. Bizcocho
150g de mantequilla a temperatura ambiente
150g de azúcar
150g de chocolate para fundir
8 huevos
120g de harina
2. Relleno
2 Tarros de mermelada de albaricoque sin trozos de fruta
3. Cobertura
150g de chocolate para fundir
1 cucharada de aceite
200g de azúcar
125ml de agua
Precalentar el horno a 180ºC, el nuestro es un poco viejito ya y no
calienta tanto como debiera, así que precalenté por arriba y por abajo a 200ºC.
Comenzamos haciendo el
bizcocho:
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Ponemos a fundir el chocolate, yo prefiero hacerlo al
baño maría, quizá por costumbre de cuando no tenía microondas, aunque tarda más
de esta manera, me parece que queda mejor.
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Tomamos la mitad del azúcar y lo mezclamos con la
mantequilla (como esta está a temperatura ambiente es fácil de manejar),
batimos la mezcla un ratito, hasta que quede cremosa y luego añadimos el
chocolate fundido y mezclamos hasta que esté homogéneo.
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Hay que separar las yemas de las claras, las yemas las
vamos echando de una en una a la mezcla anterior, hasta que no haya absorbido
una yema no echamos la siguiente.
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Cuando estén todas las yemas integradas tamizamos la
harina y la incorporamos a la masa.
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Por otro lado batimos las claras a punto de nieve, y
cuando alcancen una textura esponjosa y no quede clara líquida al fondo del bol
añadimos la otra mitad del azúcar, batimos un poco más, se forma un merengue.
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Añadimos de golpe este merengue a la mezcla que tenemos
hecha y lo vamos mezclando poco a poco.
Esto si se tiene que hacer a
mano, porque como no queremos que el merengue pierda el aire al mezclar tenemos
que ir moviendo la cuchara por las paredes del bol, de manera que removemos la
mezcla sin tocar mucho el merengue. Esto tarda un tiempo pero al final resulta
una masa muy esponjosa.
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Por último engrasamos el molde que vamos a usar, yo
utilicé unos moldes de silicona de 20cm e hice las capas por separado, pero
también podéis usar un molde más alto para hacer el bizcocho entero y al
enfriarse partirlo por la mitad.
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Se llena el molde con la masa y ¡al horno!
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La ventaja de precalentar el horno por los dos lados y
a una temperatura no muy alta es que se crea una atmósfera cálida que permite
que el bizcocho se haga a la vez por todas partes y tenga tiempo a hacerse bien
por dentro antes de que el exterior empiece a quemarse.
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Si estáis usando un único molde con toda la masa
tardará en hacerse alrededor de una hora, si en cambio hacéis las capas por
separado tardará 30 minutos.
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Aún así, como cada caso es diferente es mejor ir
controlando cada cierto tiempo, 15 ó 20 minutos como va el bizcocho.
Y para saber si está hecho está
el genial truco del palillo, cogéis un palillo y lo claváis en el centro del
bizcocho, si al sacarlo está limpio significa que el bizcocho está hecho, si
tiene masa en su superficie quiere decir que aún necesita más tiempo en el
horno.
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Al sacar el molde del horno hay que dejarlo enfriar
mínimo 30 minutos antes de desmoldar, cuanto más grande sea el bizcocho más
tiempo habrá que dejarlo enfriar.
Así mientras tanto podemos ir
haciendo la cobertura:
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Comenzamos fundiendo el chocolate, al baño maría como
antes, y a ser posible en un recipiente alto, del estilo de una jarra medidora,
porque así se puede hacer en él toda la receta.
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Por otro lado ponemos el agua y el azúcar en un cazo y lo
calentamos hasta que rompa a hervir, cuando esto ocurra, bajamos el fuego y
removemos, se irá formando un sirope. Dejarlo el tiempo justo para que el
sirope se ponga un poco espeso.
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Una vez fundido el chocolate echamos la cucharada de
aceite y mezclamos, si estáis usando aceite de oliva notareis que la mezcla
huele fuerte a aceite, pero no os preocupéis, porque al acabar ni olerá ni
sabrá a aceite.
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Cuando el aceite y el chocolate estén integrados vamos
echando el sirope en pequeñas cantidades, tuve un momento de pánico porque,
cuando llevaba echada la mitad del sirope, el chocolate comenzó a coagularse,
pero seguí echando sirope y removiendo y volvió a tener fluidez, fiufff!!!
Montaje de la tarta
Bueno, y ya tenemos todas la
partes hechas, ahora solo queda unirlas.
Aquí os dejo un vídeo donde,
aparte de contar los orígenes de la tarta muestra como la glasean:
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Lo primero de todo es poner papel de hornear, o de
plata o de cocina… en la encimera, porque es un proceso que mancha mucho.
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Tomamos la primera capa y la ponemos sobre el papel,
sobre ella extendemos una capa de mermelada. Encima colocamos la segunda capa
(como veis a mi me salieron tres, la tercera más pequeña, al principio me
plantee no ponerla, pero luego pensé ¿y por qué no? pero lo típico son dos
capas).
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Lo que hacemos ahora es echar una gran cantidad de
mermelada sobre la tarta y con ayuda de una espátula o cuchara la extendemos de
manera que el sobrante vaya cayendo por los laterales. Es como extender
mermelada por una tostada, la echas y luego la alisas para que quede una capa
finita sobre ella (fijaros en el vídeo). Retiramos el sobrante y la metemos en
la nevera durante 30 minutos para que la mermelada se quede solidamente unida a
la tarta.
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Cuando la sacamos de la nevera seguimos el mismo
procedimiento con el chocolate, echamos un buen chorro y lo distribuimos por la
superficie de la tarta a la vez que vamos alisando lo que gotea por los
laterales.
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En las recetas y vídeos que he visto extienden una sola
capa de chocolate, pero yo quería darle un acabado más liso así que tras
extender la primera volví a meter la tarta en la nevera durante 30 minutos,
tras este tiempo extendí la segunda de la misma manera ¡¡¡y quedó genial!!!
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Como habréis visto en el video la decoran con unos
sellos de chocolate donde pone Hotel Sacher, a mi me hacía ilusión hacer unos
con la letra A, pero no es tan fácil como parece, así que tras varios intentos
fallidos con mi improvisado sello de patata cogí la manga pastelera y dibujé directamente
una A sobre el glaseado.
Como veis, aunque es un poco laboriosa no es difícil, ni
pide ingredientes extraños ni nada por el estilo, eso si, a la hora de montarla
usad mucho papel o vuestra cocina quedará como un barrizal delicioso, también
podéis glasearla poniendo el bizcocho sobre una rejilla con un plato debajo
para recoger el chocolate que gotee (lo vi en un vídeo y me pareció buena
idea), si tenéis alguna otra técnica que no sea tan aparatosa por favor,
compartidla!!!
Por hoy eso es todo, espero que os haya gustado esta entrada
tanto como os gustan las de Luz y si probáis a hacerla me gustaría mucho que le
hicieseis foto y me la mandarais.
Y como decía en uno de los vídeos que encontré ¡¡Gutten
appetit!!
Almu, guapa has entrado por la puerta grande, menuda tarta de chocolate te has marcado, esto si que es una tarta, te ha quedado divina, y tiene que tener un sabor a chocolate de muerte, sigue haciendo cosicas de estas, porque son dignas de que las veamos todos. Besicos amigas
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!!
EliminarSignifca mucho para mi teniendo en cuenta que ADORO tus galletas de guindas y pepitas de chocolate.
Espero que te animes a hacer la tarta y compruebes de primera mano si es muerte por chocolate.
Un besote ;)
¡Qué pinta más estupenda, Almu! Hice una Tarta Sacher hace unos meses siguiendo la receta de un blog y me salió demasiado mazacote, tanto en lo que respecta al relleno como a la cobertura de chocolate. La tuya tiene pinta de ser más húmeda. Supongo que será porque al echarle mermelada también por encima, el bizcocho se empapa más... ¡Habrá que probarla!
ResponderEliminarLa verdad es que no empapa mucho, porque como se pone en frío...pero así no se queda seca, y es curioso porque en las recetas españolas que vi no ponían mermelada sobre la tarta, solo dentro, pero las recetas austriacas o alemanas (miles de vídeos en youtube)si lo hacen.
EliminarLa cobertura es increible, es la primera vez que la hacía así y me ha encantado el resultado, porque al secarse se compacta pero no queda solida, como cuando le pones chocolate caliente al helado y se enfría, sino que queda blandita, es genial.
Prueba a hacerla, y a ver que te parece. Un beso ;)
Es que la tarta Sacher, es mucha tarta...
ResponderEliminarTe ha quedado estupenda :-)
Muchisimas gracias Noema!!!
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